martes, 20 de agosto de 2013

ayyy la comida!!!

Así como el sueño, sus juegos y miles de cosas más, los bebés pasan por épocas que más o menos son estables durante un tiempo. Pueden durar 1 semana, 2, un par de meses. Pero como he dicho en otras ocasiones, es importante estar muy atenta a estos cambios para que nosotros nos adaptemos a ellos, y que todo pueda fluiiiiiirrrr.

Pues con la comida ha sido igual. Desde que empezamos (a los 6 meses) hemos pasado por papillas, siempre hechas en casa, fruta triturada, fruta entera, yogurt, comida en palitos, ect. y en cada etapa le ha gustado una cosa más que otra. Muchas veces no ha querido comer algo específico, y al par de semanas, o meses después le encanta. Va probando cosas nuevas y experimentando con ellas, y deja de gustarle cosas que al parecer le gustaba comer. Eso es algo que he aprendido, siempre darle muchas opciones, una de ellas le gustará, ofrecerle la comida de muchas maneras. Y aunque haga una elección en ese momento, o más bien rechace otras, hay que volvérselo a ofrecer pasado un tiempo. Seguro que "cambia de opinión".

Hasta que hemos llegado al tema de los dientes. Y directamente se ha visto afectada las ganas de comer. Han habido semanas en que no ha querido más que el pecho. Y ahí pienso, por suerte que lo tenemos a mano!!!. Me he visto preocupada porque no quiere comer. No es que no le gustara una manera, o una comida en particular, es que claramente no quería comer nada (bueno, nada nada no....ya verán!!). 

Pero, a pesar de lo mal que se lo está pasando con la salida de los dientes de arriba (ya llevamos muchas semanas), lo único que no ha dejado de comer es la fruta!!!. Le encanta. En estos 10 meses ya come pera, nectarina, paraguayo, ciruela, plátano. Todo de manera entera, y con cáscara (excepto el plátano, claro).


Y ¿que me decís de esta otra foto?. ¿Se ve una niña enferma por no comer?. Es que muchas veces los papás (o las mamás!!) nos preocupamos de más. Por suerte tengo una vocecilla amiga (no crean que estoy loca, es mi maridín) que siempre me recuerda que es una niña sana, súper activa, que al final siemmmmpre come algo, un mordisco de pechuga de pollo, un palito de zanahoria, y que por último siempre está su leche.


Esta es muy especial, porque realmente no quería comer. Luego me dí cuenta, cuando hizo papilla la ciruela con sus manos y empezó a jugar y a pegarle a la mesa para que saltara todo el jugo!!!. Y aunque no quería comer, es bueno darles el tiempo para que "jueguen" con la comida. Porque finalmente nunca será un trauma llevarse un bocado a la boca, porque habrán experimentado sabores y texturas a través del juego (que siempre viene mejor) y finalmente siempre se lleva algo a la boca.

2 comentarios:

  1. Tienes razón, la mayoría de las veces nos preocupamos por nada. Son muy listos y al final encuentran el equilibrio. Da gusto verles disfrutar con la comida, es el mejor juguete.

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  2. Es uno de los mejores regalos!!,¿porque nos hace tan feliz un niño que come con muchas ganas??, jajajajja....un beso enorme

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