sábado, 19 de abril de 2014

Conciliando las "rabietas"

Hace un tiempo leí: "...y la gente pregunta "¿ya está con las rabietas?" como si fuese algo normal...."

Y la verdad es que no sé si son normales. Me imagino que es normal que ha cierta edad ya poseen más mecanismos para expresar su enfado, que aún no pueden "autocontrolar" sus sentimientos, y aunque su vocabulario va en aumento aún "no saben" como expresarse si no es con llanto, con gritos o con pataletas. ¿Podemos estar exentos de rabietas? Tampoco lo sé. Si que he sentido que tenemos días más tranquilos cuando yo estoy más tranquila, o más bien cuando tengo "menos cosas que hacer", y ella siente que todo lo que hacemos lo hacemos con mucha paciencia, con mucho tiempo, sin apuros. También los días en que la tele no ha existido, en cambio escuchamos música. Durante el día se siente más tranquilidad, y ella está más receptiva.

Para que estamos con cosas. Estamos en una etapa que vamos con más cuidado, siempre pendiente de cómo nos estamos comunicando con Alba: ¿Nos está entendiendo? ¿la estamos escuchando?. Y de aquí quiero sacar algo muy positivo. Pero antes....

Tengo clarísimo que la maternidad no es fácil. Mes a mes, o cada 3 meses!, todo cambia, y vuelve a cambiar, y debemos estar muy atenta a esos detalles y seguir a nuestros hijos. Pero creo que es más fácil cuando tenemos al lado un compañero para poder maternar tranquilamente. Y ahora, cuando Alba tiene 18 meses, él está siendo un apoyo increíble.

Volvemos. Nuestra hija ahora tiene nuevas maneras de querer decirnos las cosas: entre llantos y rabietillas nos preguntamos, ¿cual es la mejor manera de llegar a ella? ¿como debemos actuar?
Y nos hemos, sin quererlo, hecho un plan. Nosotros así nos comunicamos con Alba.

Todas las noches hablamos, su padre y yo, qué hicimos durante el día. Yo le cuento todas las travesuras que pasamos con Alba, todas sus cosas, sus alegrías y sus penas, sus nuevas caras, palabras, expresiones y juegos. Y siempre tenemos una de esas. Entre los dos planteamos cuales son las maneras en que podemos comunicarnos mejor con ella. Esto no es un manual, dependerá de cada hijo, de cada personalidad inherente en ellos, y desde ahí actuamos.

¿Que hacemos cuando estamos frente a una rabieta?
Todas ellas tienen un origen claro. Muchas veces son porque quiere hacer algo que no dejamos que lo haga, por ejemplo, coje un tenedor y anda pegándole a todo con él. También es verdad que muchas veces al pedirle las cosas como "¿me lo das por favor?", entiende y lo hace. Pero otras no, y seguramente porque detrás de eso hay mucho más: cansancio del día, frustración por no conseguir el resultado que ella esperaba, aburrimiento, sueño.

Su forma de reaccionar: llanto, se tira al suelo, sigue llorando y parece que no puede parar. Así que primer paso es:

  • tener claro porqué está reaccionando así. Será más fácil llegar a ella y responder en lo que realmente está pasando.
  • Agacharse para llegar a su altura. Y permanecer muy cerca de ella
  • Con palabras suaves, casi en un solo tono, tratamos de que nos escuche, por ejemplo llamándola por su nombre
  • (Sigue llorando).Sin perder los nervios, seguimos intentándolo. No es necesario decir mucho, porque por los gritos no va a escuchar.
  • Pasado unos minutos cuando ella ve que estamos a su lado de una manera tranquila y receptiva, tratamos de llegar a ella cogiéndola, ofreciéndole los brazos. Muchas veces no quiere, aún se niega, no importa, seguimos dándole el espacio para que se exprese. 
  • Volverlo a intentar, ella llegará en algún momento. En silencio abrazarla y tranquilizarla con el silencio.
  • Le pedimos que se tranquilice, que todo está bien y que debemos hablar. ¿Hablamos? ¿me quieres escuchar?
  • En este punto, estamos consiguiendo grandes progresos, responde "si" y de a poco deja el llanto. Una vez más tranquila, cuando nos pueda escuchar, le explicamos por qué le pedimos lo que le pedimos, por qué hicimos lo que hicimos. Siempre hay que explicarles que ha pasado, aunque lo hayamos hecho antes de la rabieta. Con tranquilidad le explicamos qué pasó.
  • Y ofrecemos la alternativa de hacer otra cosa. Inmediatamente se le olvidó lo que pasó, se interesa y seguimos pero de una manera tranquila.
Esta es una de las muchas maneras con las que nos hemos topado. Otras han sido muy fáciles, otras más difíciles. La mayoría en casa, pero muchas también en la calle. Y cada vez posiblemente actuamos de una manera diferente. Pero algunos puntos claves son: paciencia, entendimiento hacia el niño, estar a su altura, explicación de las cosas.

Todos los días se aprende, como padres, como guiadores. No puedo decir que no han habido momentos en que me he salido de mis casillas, que he tenido que respirar profundo, que he tenido que alejarme para poder respirar, en las que he llorado, sobretodo al final del día. Pero todos los días tenemos una nueva oportunidad para aprender.

Y lo que comentaba antes, necesitamos de mucho apoyo, en mi caso, de mi pareja. Ha sido increíble como hemos conectado, como nos complementamos, como lo tratamos juntos. Y finalmente mi hija, que muchas veces me ha demostrado que no vamos mal; cuando la veo haciendo respiraciones profundas, incluso juntando sus manitos para decir "ommm" (lo hacemos en yoga), cuando me hace cariño en la cara cuando seguramente no tengo una cara muy feliz, cuando me escucha mirándome a los ojos y me dice "vale" frente a una explicación (aunque muchas veces no sabe utilizarla!!, ahí me parto). Ella me da fuerzas.

En un post anterior puse el link sobre un vídeo donde una madre "solucionaba" una rabieta de su hijo. Creo que lo expresa mucho mejor que yo. Se los dejo:



Un gran abrazo a todo@s!!



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